La Práctica Analítica: mayo 2011

Nosotros y los otros .

La segregación, es un tema que esta en boca de todo el mundo , es un significante globalizado como también pueden serlo la violencia , o el trauma . Todo es traumático , violento o cualquier dicho puede recibir la acusación de segregacionista , racista .
Cuando un analista habla de un tema que es de dominio público es de esperar que su decir se sostenga en su propio discurso y no en el mediático. Intentemos , entonces ubicar la lógica del nosostros y los Otros orientados por Freud y Lacan .
¿Cómo se arma un nosotros y los otros? Amigo enemigo , adentro y afuera . ¿Quién es el extranjero? Del armado de un nosotros y los Otros eso es la segregación.
Para que el Otro sea totalmente Otro, tiene que ser una alteridad radical: poseer la cualidad de no poder identificarme .
¿Cómo podemos leer el armado de un nosotros a partir de Freud?
En Psicología de las masas y análisis del yo, la comunidad, el grupo se arma por identificación al líder, allí se puede decir es uno de nosotros . Sin embargo Freud que nunca fue un idealista de los humanismos , advierte de los límites de ese lazo : la identificación al líder puede conducir a lo peor , el nazismo es un claro exponente , la falta de responsabilidad del sujeto que actúa amparado en la masa también.
Hoy en día, el goce prima por sobre los ideales y las comunidades se arman más por afinidad en los modos de gozar que por los ideales.
Si en Psicología de las Masas y análisis del yo, se enfatiza el triunfo de Eros , uniendo a los integrantes del grupo , el giro del mas allá del principio del placer pone énfasis en ese aspecto disocial de la pulsión de muerte .
Textos tales como “La negación” y “Pulsiones y sus destinos” son pertinentes para deducir de ellos no solo el armado de la estructura subjetiva sino, también una clínica de lo social fundamentada desde el psicoanálisis.
Me interesa mostrar cómo a partir de los textos freudianos se puede situar una segregación de estructura y no un pathos ideológico. Hay dos cuestiones que son de interés 1) una relación entre odio y goce y otra es el concepto de extimidad.
En pulsiones y sus destinos” el odio no se sitúa como contratara narcisista del amor sino como resultado de un rechazo primordial. Eso rechazado primordialmente luego se lo identifica con lo hostil y lo ajeno constituye el núcleo del odio. Eso odiado no es otra cosa que mi propio goce en el cual no me reconozco. Eso mío que por rechazado no deja de ser mío es mi propio goce ajeno y hostil. Es que el goce mismo se presenta como Otro, como lo hétero.
Lo hétero no solo podemos pensarlo en la relación masculino –femenino. El goce no suele hacerse manifiesto para el sujeto, más bien se le presenta como algo opaco, oscuro y oculto y es en ello, que cobra un especial interés para un psicoanalista, en tanto es sobre ese campo que se espera nuestra eficacia . Llevar al sujeto a que reconozca que él es ese que goza , en ese sueño .
Esto no reconocido habla del alojamiento de una extranjeridad en la intimidad. Eso es la extimidad . El goce y el mismo inconsciente comportan esa extimidad .
El concepto de extimidad, echa por tierra el adentro y el afuera. Hace a una topos donde no hay dos caras de una misma moneda, sino que en un contorneo se pasa de una cara a otra .
Amor al projimo
Cuando Freud interroga el precepto cristiano del amor al prójimo, muestra como ese prójimo es una de las caras del sí mismo . No puedo amar al prójimo como a mí mismo, porque sobre mi mismo anida el odio hacia mi propio goce , totalmente extraño a mí mismo . El goce tiene esa particularidad: allí el sujeto no puede identificarse. De allí a identificar eso extraño en el Otro y querer destruirlo hay un paso que hay veces es muy corto.
En mi libro , “Delito y transgresión“, escribí un artículo sobre la violencia en el cual planteo una genealogía de lo bueno y lo malo a partir del texto de Freud La Negación. La negación es un texto del cual podemos extraer fundamentos para una lectura de la segregación.
Se encuentra situado allí la génesis del juicio Atribución y existencia, que está hecha por fuera de cualquier racionalismo: no es la razón sino las apetencias pulsionales las que determinan el juicio. Lo bueno es afirmado desde el placer e incorporado como bueno y mío solo porque “me piace”.
Lo malo es el resultado de una expulsión desde mi interioridad y así determino un afuera que identifico con lo malo simplemente porque no me satisface.
Eso que pongo afuera es mi propio goce expulsado desde adentro. Afirmo un adentro que tomo de afuera e identifico con lo bueno y expulso desde adentro lo que no me place y lo identifico con el afuera y lo malo. El adentro y el afuera no está dado de entrada sino que se construyen desde las apetencias libidinales.
Lo malo se constituye por expulsión de una interioridad y lo bueno por incorporación de una exterioridad. Se trata de una extimidad.
Este articulo perla de Freud, es una puerta para interrogar también desde donde se determina lo bueno y lo malo ¿El enemigo así como el prójimo no son caras de mi mismo?
Xenofobia y exotismo como manifestaciones de lo contemporáneo dan cuenta del tratamiento de lo Otro. Xenofobia como odio y rechazo y exotismo como gusto por lo diferente. La xenofobia es inversamente proporcional a la proliferación de restaurantes étnicos y a la adopción en Europa de niños de diferentes razas.
Segregación – Forclusion . Racismo – Exterminio
Me interesa distinguir segregación de forclusion. Y en el plano de lo social racismo de exterminio.
La segregación es subsidiaria de una articulación con lo simbólico a diferencia de la forclusión que es rechazo de lo simbólico. 1) Uno puede no querer saber nada en el sentido de la represión, no quiero saber nada con los judíos, no quiero que mi hijo se case ni se junte con un católico, a mi casa no me traigas un homosexual . Enunciados que segregan al otro. Hay una segregación propia de todo lazo social, se trata de algo estructural. Todo discurso es segregativo.

Pero cuando hablamos de forclusión, como un rechazo no es en el sentido de la represión sino de un no ha lugar , una falta de inscripción , un rechazo de lo simbólico. El asunto es situar que tratamiento se hace de esa parte rechazada.
La forclusión lacaniana como aquello forcluido en lo simbólico retorna desde lo real, es subsidiaria en términos de Bataille, del rechazo de la parte maldita , y hay que investigar por que vías eso retorna .
Ese elemento forcluido, puede ser el terrorismo islámico, los pibes chorros, mi vecino de al lado , pero también el otro sexo .
Al menos que nos lleve a interrogarnos como la violencia, y las patologías del consumo cada vez se instalan con mayor fuerza entre los jóvenes cuando se confrontan con ese imposible sexual y tienen que confrontarse con el Otro sexo .

Un amigo de Madrid , Javier Garmendia me envio un texto “Amigos enemigos La amistad bajo sospecha” Se pregunta ¿Cómo hacer que lo excluido, lo heterogéneo o la parte maldita formen parte del cuerpo social, sin que éste produzca anticuerpos, cómo puede integrar una comunidad aquello que expulsa? ¿Es posible esa integración? Cita a Blanchot , y ubica a la comunidad como inconfesable , si la comunidad se confiesa , no hay comunidad y lo mismo ocurre con la amistad . Como analistas, bien sabemos del secreto que puede mantener unido a una familia, o el deseo inconciente mortífero que puede anidar entre hermanos .
Baraka, obra teatral de la escena teatral porteña pone en escena ese goce horroroso de cada uno de los amigos . Cuando eso aparece el nosotros que los unía en ese Baraka compartido se disuelve.
El lazo analítico hace confesable lo que el otro es, detrás de los altruismos el analista escucha lo que el otro es como objeto de mi fantasma pero el análisis no es una practica de confesión . Un sueño puede llevar a un sujeto a reconocer el nazi que lleva adentro detrás de los ideales revolucionarios concientes. Ej. Una mujer llega a sesion llorando por los niños abandonados en la calle, mostrarle que ese llanto es por su propio hijo abandonado , enlazarlo a su subjetividad.
Freud (Tótem y tabú) se refiere al empeño que ponemos en ser todos hermanos prueba evidentemente que no lo somos. "Sólo conozco un origen de la fraternidad” es la segregación". " No hay fraternidad que pueda concebirse sino es por estar separados juntos, separados del resto”.
El extranjero, en su alteridad, que siempre introduce lo extraño, lo diverso. El racismo se puede pensar en relación al goce del Otro. Es un odiar, un no soportar el goce del Otro.

Pero hay un dato no menor que no puede escapar a un psicoanalista, el inconsciente mismo es segregatorio de lo femenino . No hay inscripción de lo femenino en lo inconsciente.
Hay una no relación entre hombres y mujeres, entre amigos y enemigos, entre el compatriota y el extranjero , entre oriente y occidente porque todos somos extranjeros . La maldita puede ser la mujer , el hombre , el cabeza negra o el judío el asunto si a esa maldita la maldecimos o la extermino. El sujeto puede elegir exterminar esa parte maldita en si mismo con el suicidio o en el otro con el homicidio. Poema de Brecht
Pero también puede elegir otro tratamiento de eso maldito que lo lleve a las puertas de un analista, se puede pasar años mal- diciendo al otro , pero también en esos años darse cuenta que eso maldito es uno mismo y domeñar a la pulsión o saber hacer con su síntoma es el tratamiento del goce que puede ofrecer un analista que no garantiza una mancomunion pero nunca estará a favor del exterminio .
Irene Greiser
Irenegreiser@gmail.com
Trabajo presentadado el 30 de abril de 2011 en las jornadas de la Cátedra clínica de la urgencia , de Inés Soleta.

martes, 17 de mayo de 2011

Nosotros y los otros.

viernes, 6 de mayo de 2011

un chiste para compartir...